Por Oscar Flores Flores
En enero de 2009, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó el Memorando sobre Transparencia y Gobierno Abierto¸ documento que fungió como referente para que distintas administraciones públicas alrededor del mundo hayan puesto en marcha iniciativas de gobierno abierto que permitieran redefinir las relaciones con los ciudadanos.
En este contexto, el Observatorio de Sociedad,
Gobierno y Tecnologías de la Información de la Universidad Externado de
Colombia desarrolló la Guía de Buenas
Prácticas de Gobierno Abierto, faro de las propuestas que se vertirán a lo
largo de este documento.
En
un primer momento, el gobierno abierto se entendía como el conjunto de medidas
relacionadas con una mayor libertad de información y de acceso a las
actividades del gobierno, cuyo objetivo principal objetivo era reducir la opacidad.
(Gascó, 2014; p. 13) No obstante, esta definición ha evolucionado con el tiempo
hasta definirlo como la capacidad que los ciudadanos tienen en una democracia a
fin de sostener un gobierno plenamente responsable por sus acciones. Dicha
acepción “se vincula intrínsecamente con la evolución de las tecnologías de la
información y el conocimiento (en adelante TICs) en el sector público y, por
ende, con los conceptos de administración y gobierno electrónico.” (Jiménez,
2013)
Las
transformaciones sufridas por la administración pública muestran un proceso
evolutivo que la Guía de buenas prácticas en gobierno abierto divide en tres
momentos, que describiremos a continuación:
Tipo de
organización
|
Fase de
modernización
|
Papel de
las TIC
|
Burocrática
|
Inicial.
El objetivo es ganar en eficacia y eficiencia.
|
En
la automatización de flujos de trabajo y reorganización de procesos internos.
|
Profesional
|
Avanzada. Ya
se ha adoptado el enfoque de la gestión pública (énfasis en la eficiencia
pero, también, en servir al ciudadano)
|
Sin olvidar
lo anterior, las TIC facilitan la interacción con los ciudadanos a través de
portales y páginas web.
|
Relacional
|
Finalizando
el proceso. Se ha adoptado el paradigma de la gobernanza (el ciudadano no es
sólo un cliente sino que participa en los procesos de gobernabilidad)
|
Clave
en relación a la transparencia y la accountability,
por un lado, y con respecto a la colaboración interinstitucional, por el
otro.
|
Fuente:
Gascó (2013)
Pero, ¿Cómo
transitar hacia un modelo Relacional del uso de las TICs - específicamente de
las redes sociales?
La
comunicación gubernamental en primer lugar, tendría que estar orientada por los principios de
Gobierno Abierto, es decir, por la transparencia, la participación y la
colaboración. Las administraciones que han transitado del enfoque de gestión
pública hacia el gobierno abierto, observan la eficiencia desde una perspectiva
bidimensional, en la que ya no sólo son tomados en cuenta los procesos
internos, sino también la interacción con los ciudadanos, por lo que se
encuentran orientadas a la consecución de resultados, a la innovación y la
mejora continua (Gascó, 2013).
Un
gobierno abierto “es aquel que entabla una constante conversación con los
ciudadanos con el fin de oír lo que ellos dicen y solicitan, que se tomen decisiones basadas en sus necesidades y preferencias, que facilite la
colaboración de los ciudadanos y funcionarios en el desarrollo de los servicios
que presta y comunica, todo lo que decide y lo hace de forma abierta y
transparente” (Calderón y Lorenzo, 2010: 11) Por ello, es preciso crear un alto
nivel de apertura a través de las TICs que fortalezca al sistema de
transparencia, que fomente la participación y que incentive la confianza
pública en esa institución.
El rol de las
redes sociales en el gobierno abierto.
La
tecnología ha multiplicado, con alcances inéditos, las formas, instancias y
mecanismos a través de los cuales se materializan sus interacciones virtuales.
La presencia de las redes sociales en gobierno es un fenómeno reciente y
multidisciplinario, que ha tenido una rápida difusión. Se caracterizan por su
inmediatez, ubicuidad y disponibilidad, elementos que las hacen muy útiles al
momento de difundir información (Landau, 2011).
Las
potencialidades de las redes sociales se derivan, entre otros aspectos de:
- Las nuevas capacidades disponibles de búsqueda de recursos de información y conocimiento.
- Las oportunidades para enlazar, que permiten desarrollar redes sociales complejas y valiosas,
- Las posibilidades para publicar, que facilitan intercambiar opiniones, experiencias y conocimientos; y
- El desarrollo del mercado de información, que ayuda a las personas a organizar y conectar la información para que en efecto sea compartida, haciendo que se extienda el conocimiento de una manera más efectiva dentro de un ámbito concreto.
k Las oportunidades de diseminación de información se multiplican con el uso de las redes sociales digitales, en gran parte por las funciones de señalización y filtrado colaborativo que realizan los propios usuarios (como los hashtag, etiquetas, keywords). Mergel apunta que existen tres estrategias con relación al uso de las redes sociales que a continuación explicamos:
- Estrategia de representación: Es una forma razonada de comunicación que implica que el gobierno debe estar presente o representado en cualquier canal que suponga la interacción con terceros. Es decir, la institución tiene la responsabilidad de cooptar un público cada vez más grande y diverso, y buscarlo en donde quiera que se encuentre.
- Estrategia de implicación: Supone que los gobiernos y administraciones públicas se han dado cuenta de que su audiencia prefiere interactuar con ellos utilizando un estilo de conversación natural e informal en vez de leyendo informes gubernamentales o informes oficiales. Esta estrategia utiliza las redes sociales para favorecer las interacciones bidireccionales.
- Estrategia en red: Se focaliza en escuchar al ciudadano. Esta manera de actuar permite a las instituciones ‘absorber’ los comentarios, obtener perspectivas valiosas sobre sus sentimientos acerca de las cuestiones que les preocupan. Asimismo, se trata de una estrategia altamente interactiva y bidireccional que también comprende permitir a los usuarios la utilización del conocimiento de la administración y, por lo tanto, del contenido de sus mensajes.
Las
redes sociales no hacen necesariamente más transparente a la organización que las utiliza, porque
“transparencia significa empoderar al ciudadano con información para que pueda
comprender, apreciar y confiar en que los gobiernos harán lo que está bien para
la comunidad. Por tanto, el mero uso de estas herramientas no tiene por qué
resultar en más transparencia y, por ende, en más apertura” (Picazo-Vela et.
al., 2012)
En
ese sentido, el objetivo principal de esta nueva etapa del uso de las redes sociales en
un modelo de gobierno abierto, deberá ser empoderar
al ciudadano, a través de la proporción de datos abiertos que cumplan con
las características de estar completos, ser accesibles y ser proporcionados a
tiempo, acompañados del suministro de recursos suficientes para facilitar a la
ciudadanía la comprensión de dichos datos.
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Bibliografía:
1) Gascó, M. (2014). Open government. Opportunities and challenges for public governance. Nueva York: Springer.
2) Jiménez, C. E. (2013). “Gobierno abierto y back office: reflexiones para su implementación”, en Boletín institucional e-Governa. Lima: Governa.
3) Gascó, M. (2013). “No es oro todo lo que reluce. ¿Qué hay detrás de las promesas de gobierno abierto en Iberoamé- rica?”. Ponencia presentada en el xviii Congreso Internacional del clad sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Montevideo, 29 de octubre-1 de noviembre.
4) Calderón, C. y Lorenzo, S. (2010). Open government – gobierno abierto. Alcalá La Real: Algón Editores.
5) Landau, D. (2011). How social media is changing crisis communication: A historical analysis. Tesis de maestría sin publicar. Madison, NJ: Fairleigh Dickison University.
6) Mergel, I. “Social media adoption and resulting tactics in the us federal government”, en Government Information Quarterly, 20(2): 123-130.
7) Picazo-Vela, S.; Gutiérrez-Martínez, I. y Luna-reyes, L. F. (2012). “Understanding risks, benefits, and strategic alternatives of social media applications in the public sector”, en Government Information Quarterly, 29(4): 504-511.
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Bibliografía:
1) Gascó, M. (2014). Open government. Opportunities and challenges for public governance. Nueva York: Springer.
2) Jiménez, C. E. (2013). “Gobierno abierto y back office: reflexiones para su implementación”, en Boletín institucional e-Governa. Lima: Governa.
3) Gascó, M. (2013). “No es oro todo lo que reluce. ¿Qué hay detrás de las promesas de gobierno abierto en Iberoamé- rica?”. Ponencia presentada en el xviii Congreso Internacional del clad sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Montevideo, 29 de octubre-1 de noviembre.
4) Calderón, C. y Lorenzo, S. (2010). Open government – gobierno abierto. Alcalá La Real: Algón Editores.
5) Landau, D. (2011). How social media is changing crisis communication: A historical analysis. Tesis de maestría sin publicar. Madison, NJ: Fairleigh Dickison University.
6) Mergel, I. “Social media adoption and resulting tactics in the us federal government”, en Government Information Quarterly, 20(2): 123-130.
7) Picazo-Vela, S.; Gutiérrez-Martínez, I. y Luna-reyes, L. F. (2012). “Understanding risks, benefits, and strategic alternatives of social media applications in the public sector”, en Government Information Quarterly, 29(4): 504-511.