Por Manuel Bazán Cruz
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Si la Iglesia aspira a una
transparencia real y transformarse en una caja de cristal, no debe tener
miedo del buen periodismo.
-Emiliano Fittipaldi, L’Espresso- |
Los periodistas constituyen uno de los actores fundamentales para hacer efectivo el derecho de los individuos a la información, por lo que deben realizar arduas tareas de investigación para cumplir con el principio de veracidad y con los códigos deontológicos que rigen su profesión (ética periodística).
Hoy en día, en países democráticos, los periodistas hacen uso de la transparencia y de los mecanismos de acceso a la información para escudriñar en los documentos públicos información referente a temas con impacto social. En México facilita esa labor, el reconocimiento constitucional del principio de transparencia y del derecho humano de acceso a la información, así como la configuración de un andamiaje normativo e institucional.
Hoy en día, en países democráticos, los periodistas hacen uso de la transparencia y de los mecanismos de acceso a la información para escudriñar en los documentos públicos información referente a temas con impacto social. En México facilita esa labor, el reconocimiento constitucional del principio de transparencia y del derecho humano de acceso a la información, así como la configuración de un andamiaje normativo e institucional.
Si
no existieran los mecanismos en comento, como en otras épocas, habría que acceder a la
información de manera clandestina, el trabajo de los periodistas sería potencialmente complejo y estarían sujetos –más
que en este tiempo- a vejaciones por parte del Estado, tal
y como ocurría en el
porfiriato, cuando los hermanos Flores Magón escribían en “Regeneración” o en “El hijo
del Ahuizote”, donde el común denominador era la secrecía
del Estado y la violencia en contra de quien escribía “subversivamente”.
Quizá
en nuestro país el
panorama ha ido cambiado,
pero en otras latitudes la
libertad de expresión y la transparencia apenas se encuentran
librando pequeñas batallas. En esos
conflictos, los periodistas
combaten para lograr hazañas, las cuales se quedarán en la historia y seguramente modificarán el pensamiento social (por lo menos es lo que se
espera).
Una
de esas batallas aconteció recientemente en el Vaticano, donde si bien es
cierto que no constituye una democracia, también lo es que sus acciones trascienden fronteras, pues lo que ocurre ahí,
interesa a los feligreses de todo el mundo, los cuales con sus aportaciones económicas,
sostienen en gran medida al
aparato eclesiástico. Es por
ello que la transparencia y la libertad de expresión tienen que estar presentes
en la Santa Sede, pues con la primera se fortalecería la confianza en la
iglesia como institución, y con la segunda, sería posible informar y comunicar
hechos relevantes que deben emerger de la opaca profundidad.
Da cuenta de lo anterior, el denominado caso Vatileaks, el
cual se explica en los siguientes puntos extraídos del periódico italiano
L’Espresso[1]:
1. Un Vaticano de 10 millones. La Gendarmería del
Vaticano abre por primera vez en su historia una investigación sobre la fuga de
información reservada, en la cual se encuentran involucrados dos servidores de
la Santa Sede (18 de julio de 2014).
2. Robo
de documentos en el vaticano: dos detenidos. Monseñor Lucio Ángel Vallejo Balda, Secretario de la
Prefectura de Asuntos Económicos y de la Comisión de Estudio de la actividad
Económica y Administrativa del Vaticano y Francesca Immacolata Chaouqui integrante
de ésta última Comisión, fueron arrestados en la Santa Sede por la extracción
de documentos reservados del Vaticano, los cuales fueron publicados en los
libros “Via Crucis” de
Gianluigi Nuzzi y “Avaricia” de Emiliano Fittipaldi (2 de noviembre de 2015).
3. Departamentos,
millones y lujos: el secreto del Vaticano en ‘Avaricia’ de Emiliano Fittipaldi. El Papa Francisco debe saber que la Fundación del
Niño Jesús, creada para recolectar donativos para niños enfermos, pagó parte de
los trabajos para la construcción de la nueva casa del Cardenal Tarcisio
Bertone (3 de noviembre de 2015).
4. Así
nació el libro sobre el Vaticano.
Sin revelar sus fuentes de información, Emiliano Fittipaldi describe la
comunicación que sostuvo con personajes de la Santa Sede sobre los actos de
corrupción que acontecen en su interior y de cómo realizó una investigación
sobre la veracidad de los documentos que le fueron entregados y que a juicio
del Vaticano están
reservados (6 de noviembre de 2015).
5. Vatileaks,
Radio Maria: “Esos periodistas para colgar”. En su programa de radio, el director de radio María
Livio Fanzaga atacó violentamente a los periodistas Emiliano Fittipaldi y Gianluigi Nuzzi, autores de los libros sobre los
actos de corrupción en el Vaticano, definiéndolos como estiércol de vaca (6 de noviembre de 2015).
6. Vaticano:
investiga al periodista Emiliano Fittipaldi. Las autoridades de la Santa Sede inician una
investigación en contra de los periodistas Emiliano Fittipaldi y Gianluigi Nuzzi por la fuga de documentos reservados
y publicados en los libros “Avaricia” y “Via Crucis” (11 de noviembre de 2015).
7. Vatileaks
2, Fittipaldi: “Para la justicia del Vaticano podría pagar una pena de 4 a 8
años de cárcel”. Emiliano
Fittipaldi fue convocado por la justicia de la Santa Sede. A las preguntas del
Magistrado correspondiente, el periodista alegó el secreto profesional (17 de
noviembre de 2015).
8. El
Vaticano procesa a los periodistas Fittipaldi e Nuzzi y a tres presuntas
fuentes internas. Los
Magistrados de la Santa Sede concluyeron las investigaciones preliminares,
decidiendo enviar a proceso a Emiliano Fittipaldi, Gianluigi Nuzzi, Lucio Vallejo Balda, Francesca Immacolata Chaouqui y
Nicola Maio, los primeros, por
haber divulgado noticias reservadas, y los tres últimos por la fuga de dicha información. El Código Penal del Vaticano,
considera tales acciones como graves, como un delito contra la patria (24 de noviembre de 2015).
9. Vatileaks,
Papa Francisco mete un autogol. Investigar
a los periodistas Fittipaldi y Nuzzi contravienen la voluntad de Transparencia
que proclamó el Papa Francisco (7 de diciembre de 2015).
10. Vatileaks,
el cardenal Bertone restituyó 150 mil euros al “Niño Jesús”. La acción del cardenal, es una excelente noticia para
el periodismo, pues la investigación documentada en el libro “Avaricia” está
rindiendo frutos.
(19 de diciembre de 2015).
11. Vatileaks,
Monseñor Becciu: “Los periodistas tienen el derecho de publicar noticias”. El Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano,
en una entrevista de radio señaló que Nuzzi y Fittipaldi, tienen el derecho de publicar las
noticias que reciben, el problema estriba en clarificar el modo en que
recibieron la información (28 de
diciembre de 2015).
12. Vaticano
abre una investigación sobre el ático de Bertone. L’Espresso muestra las cartas
que lo documentan. Los jueces del papa Francisco iniciaron una
investigación sobre el manager Profiti y el Tesorero del Niño Jesús por los 400
mil euros destinados para restaurar el departamento del cardenal Bertone (31 de
marzo de 2016).
13. Vatileaks,
condena para cuatro acusados y la absolución para Fittipaldi. No se encontraron pruebas en contra del autor de
“Avaricia” por lo que las autoridades del Vaticano lo podrían absolver. Sin
embargo, Nuzzi podría ser condenado a un año de prisión, Lucio
Ángel Vallejo Balda a tres años un mes, Francesca Immacolata Chaouqui a tres
años nueve meses, Nicola Maio a un año y un mes por el delito de asociación
delictiva y difusión de documentos reservados
(4 de julio de 2016).
14. Vatileaks,
absolvió a los periodistas. Fittipaldi: "Se
termina este proceso kafkiano". Después de más de cinco horas de
deliberación, el panel de jueces del tribunal del Vaticano, dictó el veredicto:
el enviado de "L'Espresso" Emiliano Fittipaldi y el periodista
Gianluigi Nuzzi absueltos por falta de jurisdicción, el prelado Vallejo Balda
condenado a dieciocho meses,
Francesca Inmaculada Chaouqi a diez meses (sentencia suspendida), se absuelve a Nicola Maio, el asistente de Balda (7
de julio de 2016).
15. Vatileaks,
una victoria del periodismo. Fittipaldi:
“Ayer por la noche los jueces del Papa
Francisco no sólo beneficiaron la prensa libre. Hicieron pedazos a
quienes nos consideraban
culpables (moralmente) por la difusión de noticias a
través de un "impulso psicológico" que con su "presencia y
disponibilidad ayudaron a fortalecer la conexión de la revelación de
noticias" de dos funcionarios del Vaticano, Monseñor Balda y Francesca
Inmaculada Chaouqui.” (8 de julio de 2016).
El Vatileaks permite
corroborar que en los lugares donde existe absoluta secrecía y en cuya ecuación
figuran grandes cantidades de dinero, es
más proclive a que se materialicen actos de corrupción, por lo que la apertura
de puertas y ventanas dejan al descubierto las acciones de los servidores de las instituciones, para que en el caso de ser deshonestas, se puedan
combatir
y prevenir.
La transparencia debe estar en todos aquellos sitios en donde la sociedad participa y guarda confianza absoluta, es por ello que los periodistas que descubrieron el desvío de fondos en las cuentas de la Santa Sede, no están logrando un trabajo periodístico para un beneficio profesional y egocéntrico, sino que están haciendo efectivo el derecho de los seres humanos a la información, con la finalidad de que creen su opinión y puedan expresarla libremente.
Asimismo, los adeptos de la religión católica al conocer lo que está ocurriendo en la institución a la cual le han prometido fidelidad, estarán conscientes de la necesidad de exigir mayor participación en los asuntos terrenales, pues si bien es cierto que la religión es una cuestión de fe, las cuentas públicas no corren la misma suerte, por lo que será mejor observar lo que se hace con ellas y exigir el castigo de las leyes para quienes abusen de su poder.
Lo ocurrido en el Vaticano, más que un ataque contra la iglesia o contra el Estado Pontificio, constituye un ejemplo, que no solo deben observar los católicos en cada una de sus arquidiócesis o en la Santa Sede, sino por todos aquellos que forman parte de otras instituciones religiosas o agrupaciones civiles que se hallan dotadas de la confianza social, por lo que deben ser transparentes y permitir la vigilancia de sus agremiados. Mientras eso ocurre, el trabajo de los periodistas cobra absoluta relevancia.
Referencias
L’Espresso, recuperado de: http://espresso.repubblica.it/
[1] El título de los
artículos periodísticos, así como el resumen de los mismos, constituyen una
traducción libre del autor.
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