Cuando hablamos de acceso a
la información, hablamos indubitablemente de poder: La información es poder.
Resulta no ser una coincidencia entonces que el Derecho de Acceso a la
información sea una de las herramientas más utilizadas hoy en día para ejercer
la democracia al mantener el ojo abierto de los ciudadanos ante la vida en el
gobierno.
Así, desde la entrada en
vigor de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental en el año 2002, la burocracia en México dejó de parecer
plenipotenciaria para sujetarse al escrutinio público, un acto nada menor.
Desde entonces, por lo menos
en la Administración Pública ha prevalecido una prueba de ensayo y error que
pareciera que, lentamente, ha funcionado relativamente bien. ¿Por qué bajo la
premisa de prueba y error? Porque históricamente hablando, lel gobierno
mexicano había actuado sin consecuencia con todo lo que el poder atraía. Me
viene a la mente, por poner un ejemplo, la película mexicana: "La Ley de
Herodes" en dónde alcanzamos a distinguir a un ciudadano, en principio de
buenas intenciones, que tras la marea del poder se convierte en un político
déspota y corrupto.
Pero, dejemos por un lado la
escala de acceso a la información que brinda actualmente la Administración
Pública Federal ¿Qué pasa con los otros poderes de la Unión? ¿De qué
privilegios gozan para no estar en el ojo del huracán y obtener menos
desplegados en prensa atacándolos de actuar con opacidad? Bien, hasta hace unos días ese
pensamiento se topó con pared.
Para nadie es ajeno aquellas
ocho columnas en dónde se tachaba, en especial a un Grupo Parlamentario de
erogar el gasto público con una discrecional falta de ética. Erogación del
gasto público fue mencionado y eso bastó para que todos nos sintiéramos
traicionados sobre la forma y modo en la que un Grupo Parlamentario,
específicamente en el Senado de la República, gastaba el fruto de nuestros
impuestos con la bandera de representación en la Cámara Alta. ¿Cuál fue el
ensayo de esa especie de rendición de cuentas? La página del Senado de la
República, llena de información -que no precisamente es accesible ya que se
encuentra en una vorágine de subinformación[1] y eso evita una efectiva
rendición de cuentas- contiene un apartado llamado "Asignación a Grupos
Parlamentarios", un ejercicio previo de transparencia que el Senado
"experimentó" a efecto de alardear sobre el control de los recursos
públicos que se encuentran en posesión de todos los grupos parlamentarios, pero
ello dio pie a que los periodistas, deseosos de conocer la veracidad de esas
cantidades, buscaran la forma de "hacer cuadrar las cifras". Ello ocasionó
la serie de descalificaciones periodísticas que todos vimos y de la que todos
fuimos testigos.
¿Cuál fue el error? El no
proporcionar información accesible, información sencilla, con lenguaje
ciudadano que permitiera que el escrutinio no fuese inventado o intuido por los
periodistas a merced de lograr una nota amarillista.
Pero lo que nos importa realmente
es ¿Cuál fue el aprendizaje? Un acuerdo de la Mesa Directiva del Senado de la
República en donde se amplían las obligaciones de transparencia de los Grupos
Parlamentarios que fue aprobado por unanimidad el pasado 27 de agosto.
En dicho acuerdo se estipuló
que los Grupos Parlamentarios deberán remitir de manera trimestral, un informe
en el que se pueda apreciar de manera desagregada el uso y destino de los
recursos que la propia Mesa Directiva les otorga a los Grupos Parlamentarios y
que, después de su recepción, deberá publicarse de manera íntegra al día
siguiente, en la Gaceta del Senado en sus versiones impresa y electrónica.[2]
Significa un avance, pero
sobre todo, que los otros poderes de la unión, ante la observancia pública y
con la herramienta del Derecho de Acceso a la Información, también se
encuentran en el sinuoso camino de ensayo y error que repercutirá en un
beneficio para la ciudadanía en su ejercicio del Poder Público.
[1] Acto mediante el cual un ciudadano
resulta inmerso en tanta información presente que sobre pasa su capacidad de
sentirse informado. Ver "Ética e Información", Mesa Redonda. en
Seminarios de Investigación de
la Universidad Nacional Autónoma de México. Pág. 53 y 54. Disponible en:
[2] Disponible en la siguiente dirección
electrónica: http://www.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/62/2/2013-08-30-1/assets/documentos/Acuerdo_MD_transparencia.pdf
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